Eduardo Cabrera Álvarez es responsable de desarrollo en Izada y colaborador en FGPS.

En los últimos años hemos vivido una casi completa catarsis de las entidades no lucrativas en nuestro país. Hemos asistido a un tremendo proceso de autocastigo, diagnóstico y lágrimas de dolor de un sector herido y casi desangrado. Pero, el Tercer Sector, ¿ha completado el proceso de catarsis y renacimiento de sus propias cenizas?

Parece que no del todo o al menos no en la dimensión que necesita. Hasta ahora, hemos sido capaces de identificar algunos elementos o patrones nocivos que son incompatibles con un desarrollo saludable de nuestras organizaciones pero nos quedan algunos pasos que dar para pasar a la acción, cambiar de capítulo y escribir uno nuevo y saltar a la palestra con aires renovados.

Vaya por delante que como en casi todas las cosas de la vida, hay que dudar de las recetas milagrosas. Todavía muchos estamos esperando encontrar ese «crecepelo» maravilloso del que llevamos decenas de años oyendo hablar. Y por eso, no buscamos ungüentos mágicos, sólo vamos a tratar de elevar la mirada y observar buenas experiencias y prácticas que están dando prometedores resultados en este sector y otros nuevos yacimientos de oportunidades.

Una única petición antes de que sigas leyendo; abre tu mente.

Reto 1: Colabora

Colaborar no es sentarte en torno a una mesa teniendo en cuenta cuánto has de proteger, sino hacerlo con actitud de encontrar sinergias y nuevas oportunidades. Es sentarte con otras organizaciones para brindarles apoyo en un proyecto. Es compartir materiales que tienes para que otros puedan hacer un evento en tu localidad. Es dejar de pensar que tu logo es la hostia y abrirte a disfrutar a ver tu logo junto con otros y que sea una estampa más bonita. Es “conjurarte” con compañeros-as para tocar a la puerta de la administración de turno, cuales espartanos, para defender un derecho colectivo y pelear por un ámbito social más fuerte y justo.

Efectivamente, seguro que estás pensando en que todo esto se basa en la confianza. Ponte manos a la obra no para sentirla, sino para crearla.

Reto 2: Escucha

Si perteneces a una Junta Directiva o Patronato. Si eres un-a responsable de equipo, poneos en marcha desde la escucha. Párate a escuchar ideas que nazcan desde la base y conecta a la gente con la responsabilidad colectiva de sacar las cosas adelante. Pero primero, escucha. Date el placer de entender bien toda la realidad donde estáis aposentados. A buen seguro que lejos de tu sillón también están pre-ocupados en que las cosas vayan bien. Desde ese prisma te será más fácil marcar rumbo y alinear expectativas. Para todo este trabajo hay mil técnicas (Mapas de Empatía, Open Space Technology, Café Proaction, etc.) pero sólo hay una actitud: abrirte y escuchar.

Reto 3: Fulmina la actitud de queja

La queja es una actitud muy poco rentable, pero es humana. A veces parece inevitable, pero presta atención en que no sea el motor de tu día a día. Trata de descomponer esa emoción en cosas más provechosas y que te permitan ponerte en marcha para buscar alternativas. En un ambiente de queja constante, la mayor parte de las reuniones internas de un equipo quedan contaminadas e irremediablemente desaprovechadas. Es dinero, tiempo e ilusión invertidos en la nada. Nadie va a venir a pasar la mano por el lomo a un grupo de quejicosos. Poneos las pilas, dotaos de contenido, de organización y canalizad el malestar en acción. Hasta que lleguen los primeros resultados, os encontraréis mejor.

Reto 4: Talento y creatividad

Es archiconocida la frase de Einstein «Si quieres resultados diferentes, haz cosas diferentes» Explora nuevas formas de hacer y te sorprenderás. Saca el talento a jugar y vuelve a ser creativo-a. Para eso, prepárate, fórmate y propón que tu equipo también lo haga. Crear es un trabajo muy divertido pero a la vez serio y que requiere disciplina y paciencia. Hay técnicas que os pueden ayudar pero el primer paso es darse permiso para explorar cosas nuevas. Si los resultados no están acompañando, hay que romper la dinámica. Es hora del talento. Es hora de crear.

Reto 5: Priorización «ninja»

Algo muy habitual en el Tercer Sector es encontrar equipos de trabajo que con la mitad de recursos que hace 4 años, tratan de hacer un tercio de cosas más. Eso es físicamente imposible.
Si estáis en un proceso de renovación, es vital que podáis concentrar fuerzas, ilusión y recursos en aquello que sea relevante y dejéis caer aquello que no aporta valor. Es necesario poner límites y evitar el desgaste, e incluso, a veces decir un simple “no”.

Probad a hacerlo, es como un soplo de aire fresco para un equipo. Podéis empezar a jugar con una matriz que cribe vuestras tareas entre elementos importantes y urgentes. (Matriz de Eisenhower). Al dejar cosas fuera, no tengáis pena, estáis simplemente redefiniendo vuestra apuesta y orientándoos hacia lo relevante.
Un buen grito de guerra en una reunión puede ser: ¡Concentrémonos y pongamos foco!

Reto 6: El límite y la oportunidad con las administraciones públicas

Es hora de redefinir la nueva relación con la administración pública. Parece que no hay dinero y recursos para según qué cosas. Hay que reivindicar y con mucha fuerza, que las administraciones sean responsables respecto a una ciudadanía con cada vez más personas en exclusión o en riesgo de estarlo. Pero en vuestro proceso de fortalecimiento interno, no hay mal que por bien no venga, y la relación con la administración ha de evolucionar para pasar de un concepto unidireccional (Ellos publican subvenciones y pliegos, el Tercer Sector ejecuta y justifica) a establecer una relación par con propuestas potentes, colectivas y efectivas hacia lo importante: una ciudadanía necesitada de soluciones. Esto implica un cambio de muchas organizaciones sociales: sentirse (por fin) empoderadas, tener propuestas de calidad, organizarse en redes y arrancar la interlocución con las administraciones con retos claros pero sin tanta dependencia. Ejercicio duro, ejercicio necesario.

Por más que nos repitan que las administraciones no tienen dinero, no podemos conformarnos con eso:

  • ¿Qué hay de tantos y tantos locales que las tres administraciones tienen por toda España?
  • ¿Qué hay de tantos recursos materiales y técnicos acumulados en la época de vacas gordas?
  • ¿Qué hay de tanto funcionariado y personal laboral no optimizado con alta especialización en diversas materias?

Queremos todo ello para nuestros proyectos dirigidos a la ciudadanía.

A la par que seguimos reivindicando, pensemos que nuestras administraciones siguen teniendo recursos que hemos de desbloquear para construir nuevas ideas.

Reto 7: La nueva planificación

Saber hacia dónde vamos y qué vamos a hacer para llegar al destino querido es muy importante, y quizá no sea necesario que trabajemos a un “gran plazo”. De hecho, en la actualidad existe un nutrido debate entre profesionales que creen que debemos seguir realizando planteamientos estratégicos a largo plazo (cuatro años en adelante) y quienes entienden que debido a la gran volatilidad del entorno, es mejor hacerlo sólo a medio plazo (uno a tres años).

Sea cual sea el enfoque, hemos de partir de que para que un equipo alcance un buen rendimiento, al menos necesita saber:

  • Dónde vamos
  • Qué haremos para llegar a ese destino.

Saber dónde vamos de manera compartida, está al alcance de todos los equipos de trabajo. Sin excepción.

Reto 8: Fulminar la endogamia

Existe la creencia de que el Tercer Sector es el garante de los mejores valores del panorama profesional. Y así es en muchos casos. Y no es así en otros muchos. Si algo de positivo podemos encontrar en las épocas de crisis, es que es más frecuente toparse con iniciativas trepidantes y estupendas de las que hay mucho que aprender, así sin más, sin etiquetas. El bullicio creativo al que estamos asistiendo, nos pone tras la pista de una reflexión: —Hay muchas personas de las que aprender— y casi una máxima: —Hay que abrir ventanas—

Fulminar la endogamia se traduce en una pulsión casi irrefrenable de relacionarse con la mente abierta con muchas personas, proyectos y movimientos sociológicos que están encontrando un nuevo sitio y ¡están teniendo éxito!

Algunas entidades sin ánimo de lucro sienten recelo ante la empresa privada, pero la realidad es que aquí y allá hay mucho talento, en muchos sectores. Mucha gente reinventando su modo de salir hacia delante. Son contactos valiosos, son ideas inspiradoras. Cambia la forma con que miras y te relacionas con tu entorno, y verás como brotan a tu alrededor personas y proyectos inspiradores.

Reto 9: En primera persona

Es una sencilla invitación en la cual, trabajando en equipo sustituyáis el «habría que» por el «vamos a». Se trata de una sugerencia a coger las riendas, a hacerse cargo de la situación con responsabilidad y mirando hacia delante. Éste prisma os ayudará a sentiros dueños de vuestras decisiones, así, sin más.

Reto 10: ¡Money, money!

Un equipo que es creativo, que prioriza, se concentra, está atento y se relaciona con su entorno, es capaz de liberar talento y sabe dónde va, es un equipo en disposición de generar nuevas fórmulas sostenibles.

La época de tener todos los huevos en la misma cesta (por ejemplo a través de una subvención histórica) ha de pasar a mejor vida.

Explorad alternativas que pueden ayudar a apuntalar la sostenibilidad y que están dando buenos resultados:

  • Trueque,
  • Emprendimiento social (innovación + impacto social + productos competitivos),
  • Compartición de recursos comunes,
  • Prestación de servicios a la ciudadanía y sector productivo para obtener fondos y generar un sistema de becas dirigido a atender personas en riesgo de exclusión, etc.,
  • Crowdfunding,
  • Etc.

Recordemos que las ONGs han de ingresar al menos un céntimo más de lo que gastan, y que también tienen mucho valor los servicios que pueden prestar. Busquemos nuevas referencias, hay entidades sin ánimo de lucro que están haciendo cosas fantásticas y ¡muy sostenibles y sociales!