Qué es el coworking y posibilidades para las asociaciones

Según Wikipedia el coworking o cotrabajo es una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores y pymes de diferentes sectores, compartir un mismo espacio de trabajo (tanto físico como virtual) con el fin de desarrollar sus proyectos profesionales la vez que fomentan proyectos conjuntos.

En el mundo de las ONG y las asociaciones, se podría definir al coworking como la práctica por la cual personas u organizaciones (coworkers) que inicialmente no comparten ámbito, proyectos o actividades, se juntan para trabajar desde un mismo espacio y, al mismo tiempo, se aportan valor mutuamente a través de las conexiones generadas.

El trabajo en red, la solidaridad entre organizaciones y el trabajo cooperativo que hay detrás de la lógica del coworking debiera formar parte del ADN de las asociaciones. Pero además, son varias las posibilidades que esta forma de trabajo puede ofrecer a algunas organizaciones sociales:

  • Puede suponer una ayuda económica al compartir algunos gastos entre varias entidades: alquiler del local, alta y pago de suministros, contratación de servicios comunes…
  • Permite luchar contra la soledad y aumenta la motivación a la hora de empezar desde organizaciones de nueva creación o iniciar nuevos proyectos.
  • En ocasiones, también podría mejorar la disciplina de trabajo al sistematizar algunas cosas como la necesidad de fijar horarios, tener un local de referencia donde trabajar, necesidad de coordinarse con otras personas, organizaciones y equipos…
  • A veces, al compartir espacio con otras organizaciones se crear sinergias y se dan buenas condiciones para impulsar nuevos proyectos conjuntos.

Qué debes tener en cuenta a la hora de escoger un espacio de coworking

Si en tu organización estáis pensando en compartir espacio con otras asociaciones puede ser recomendable pensar antes en algunos aspectos importantes:

  • Debe existir un clima de convivencia sana y respeto entre las diferentes organizaciones y coworkers. Si se va a compartir un mismo espacio durante mucho tiempo, es importante que exista un buen clima que permita la colaboración.
  • La ubicación del local es importante. Más allá de pensar en trabajar cerca de casa, hay que escoger un local que este bien comunicado y tenga conexiones con transporte público, que sea de fácil acceso para recibir visitas, buena visibilidad si se van a realizar convocatorias y eventos…
  • Que existan zonas comunes que permitan la conexión y convivencia  entre coworkers pero, al mismo tiempo, también deben existir zonas de trabajo autónomo e independiente para facilitar la concentración o reuniones privadas.
  • Es recomendable que haya la figura del gestor o coordinador del espacio como responsable de convivencia entre organizaciones y coworkers. Esta figura podría facilitar la comunicación y coordinación entre todas las personas y entidades.
  • El espacio debe posibilitar la libertad de acceso y la flexibilidad horaria. Es posible que cada organización, o cada persona, tengan horarios diferentes. No sólo en las jornadas de trabajo, sino también en las actividades y convocatorias que se lleven a cabo en el local. En este sentido, cualquier persona y organización debiera poder acceder al espacio en función de sus necesidades.
  • Otras características propias del local. En función del tipo de organización que seas o de las actividades que vayas a llevar a cabo deberás valorar cosas como el tamaño del local, los diferentes espacios y la distribución de los mismos, la luminosidad, el mobiliario, la zona donde está ubicado…
  • Servicios complementarios. Quizás, en la gestión diaria de tu organización, tengas necesidades específicas que debes tener en cuenta a la hora de elegir un espacio compartido: necesidades de almacenaje de material y equipamiento, posibilidad de domiciliar facturas, recepción del correo, servicio técnico o de asesoramiento…