Muchas asociaciones se han visto en la obligación de interrumpir su labor de intervención presencial con los colectivos con los que trabaja a causa del confinamiento declarado por el sistema de Estado de Alerta a causa del coronavirus COVID-19. El Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad de Madrid ha elaborado una guía donde se establecen algunas recomendaciones para gestionar psicológicamente esta cuarentena. Aquí comparto un resumen de los tips para intentar hacer esta nueva situación un poco más llevadera.

  1. Comprender la realidad. Por muy complicado que se nos plantee, el ser humano tiene una increíble capacidad de adaptación. Si hacemos caso de las recomendaciones e intentamos salir de casa lo menos posible, antes pararemos el contagio y volveremos a la normalidad. Para salir de esta situación debemos colaborar tod@s.
  2. “Vamos a hacer lo correcto”.  Saber que estamos haciendo lo correcto nos va a ayudar mucho, es el sentimiento de la responsabilidad. Entender que quedándonos en casa estamos poniendo nuestro granito de arena para enmendar la situación debe ser una idea constante en nuestro pensamiento. Además, este pensamiento altruista y a favor del bien común forma parte del ADN de las asociaciones.
  3. Planificar la nueva situación. Debemos planificar bien nuestro día a día. Crear nuevas rutinas y estructurar el día que tenemos por delante. Por ejemplo, si estamos trabajando desde casa, tener un espacio reservado para realizar el trabajo, para que cuando estemos allí, sepamos que es “hora de trabajar”. Estructurarnos el día con diferentes tareas, no dedicar todo nuestro tiempo al trabajo, por ejemplo, me levanto a las siete y media, me ducho, me visto, desayuno, a las ocho y media empiezo a trabajar hasta las dos, paro para hacer la comida, después leo un rato y a las seis una hora de ejercicio. Seguir teniendo actividades de ocio es fundamental para nuestra salud psicológica. Te contamos más sobre algunas buenas prácticas para teletrabajar en este otro post: Consejos y buenas prácticas para teletrabajar desde casa.
  4. Mantengamos los contactos. Hablemos con nuestros amig@s, familiares, compañer@s de trabajo y sobre todo cuidemos a nuestros mayores, que son los más desprotegidos. Somos animales sociales, por lo que resulta prioritario animar a los colectivos más desconectados a que se mantengan en contacto con sus seres queridos y el mundo en general a través de Whatsapp, Facebook, Skype y demás. Organiza cañas con tus amigos a través de Skype, vermús, bingos… Mantener el contacto con los demás nos protegerá psicológicamente de sufrir ansiedad, depresión y otros trastornos que podrían ocasionarse debidos al confinamiento.
  5. Infórmate adecuadamente. En tiempos convulsos como los que estamos viviendo es normal estar pendiente de las noticias ya que repercuten de forma significativa en nuestro día a día. Sin embargo, evitemos la “sobreinformación” estar todo el día pendiente de la actualización de datos nos puede llevar a generar estrés y ansiedad. Necesitamos evadirnos, ocupar nuestra mente en otras cosas. También debemos recurrir siempre a fuentes oficiales. Con el coronavirus se han difundido muchos bulos, debemos evitar dejarnos llevar por las fake news y por supuesto no difundirlas. Desde nuestro proyecto de prevención del acoso y otros riesgos online Te pongo un reto: #RedesConCorazón, compartimos algunos consejos y herramientas para saber detectar fake news. Con la información, es más importante la calidad que la cantidad.
  6. Aprovecha el momento. Intentar cambiar la perspectiva y ver esta “situación” como una “oportunidad” y utilizarla para hacer todas esas cosas que queremos hacer pero que nunca encontramos el momento. Aprender un idioma, tocar un instrumento, dibujar, hablar con personas que hace mucho tiempo que no llamas porque te da pereza…  Al no formar parte de nuestras rutinas, podemos llegar a pensar que no podemos o no sabemos vivirlas. Pero esto no tiene por qué ser así. Al contrario. Espacios para estar juntos, leer, también para trabajar. Para jugar con nuestros hij@s. Busca la complicidad de quien te acompaña y si te ha tocado pasar la cuarentena solo, aprovecha ese tiempo para estar contigo mismo.
  7. Desarrolla la creatividad. En solitario o en compañía. El aburrimiento estimula la creatividad, y es este estímulo, la oportunidad de tener más tiempo libre para crear, el que puede hacer que dotemos de sentido, de propósito a esta época de confinamiento para todos. Puedes desarrollarte en la cocina, la pintura, aprovechar para redecorar la casa, para hacer limpieza en el armario y donar todas las cosas que ya no utilizas, empezar a tocar ese instrumento que siempre quisiste, pintar…. Hay millones de actividades increíbles que puedes hacer para sentirte realizado en la cuarentena, solo tienes que encontrar la tuya.
  8. Tiempo para hacer deporte en casa. A consecuencia de la cuarentena la red se ha llenado de entrenadores personales que ofrecen clases gratis, tutoriales, vídeos de youtube para hacer todo el deporte que os podáis imaginar. Personalmente creo que es una buenísima opción si queremos llevar la cuarentena con buen ánimo. Además de divertido, nos mantendrá en forma y aumentará las sustancias estimulantes de nuestro cuerpo que nos hacen sentir bien. Es el mejor aliado que podemos tener contra la depresión y ansiedad.
  9. Cuídate y cuida a los que te rodean. Sin llegar a la obsesión, intenta estar informado de qué debemos hacer si nos contagiamos, síntomas, evolución protocolos a seguir etc. También debemos extremar las precauciones cuando salgamos a la calle y cómo debemos actuar cuando volvamos a casa para evitar los contagios. Está también en nuestra mano cuidar nuestra salud mental, recibir luz natural 20 minutos al día, comer de forma equilibrada, dormir las horas recomendadas, hacer deporte y no perder nunca el sentido del humor.
  10. Cuida especialmente el ánimo, lo que dices y cómo lo dices. Especialmente si tienes niños, pero, aunque no sea el caso, debemos estar alerta a los posibles pensamientos negativos y emociones que nos vayan a aparecer. Está en nuestra mano intentar darle otro significado o reevaluar la situación para evitar caer en el tremendismo y en el desasosiego y contagiar así a las personas que se encuentran a nuestro alrededor.