menudo, en nuestros cursos de Comunicación como el de Community Manager o el de Marketing Digital para ONG, se habla de los diferentes perfiles profesionalizados en el ámbito de la comunicación digital. Dos figuras que suelen generar algo de confusión son el Social Media Manager y el Community Manager.

Como diferencia principal entre el Social Media y el Community Manager podemos establecer la visión estratégica del primero, frente al carácter ejecutor del segundo:

Social Media ManagerCommunity Manager
Realizar Estudios de mercado.Definición y segmentación del público.Realizar Planes estratégicos.Administrar y controlar el presupuesto destinado a la comunicación.Elección de herramientas y plataformas.Definir campañas y promociones.Analiza y monitoriza los resultados de las estrategias de comunicación, genera informes, KPI´s y ROI…Establecer el calendario de publicación.Planificar los protocolos de una Crisis de Reputación.Ejecuta las estrategias planificadas por el Social Media Manager.Publicación y programación de contenidos.Monitorización e informes de actividad en la red.Escuchar e interactuar con el público.Responde y modera comentarios.Se relaciona con influencers.Dinamizar la participación en campañas y promociones.Busca, hace curación de contenidos y comparte contenido de valor.Ejecutar el protocolo de una Crisis de Reputación.

Por tanto, debemos reconocer que hay matices diferenciadores entre una y otra figura. Sin embargo, otras veces el uso de uno u otro concepto responde más a una mención simbólica y aglutina o mezcla funciones de varias figuras especializadas.

Para las entidades sociales, a la hora de llevar a la práctica esto, sólo es así en grandes entidades que pueden permitirse varias figuras especializadas (SEO, Community Managers, Bloggers, Social Media Managers…) Y aun así deberán trabajar en coordinación y muchas veces sus líneas divisorias serán confusas.

La mayoría de asociaciones no disponemos de una estructura lo suficientemente grande, o no contamos con los suficientes recursos, para contar con un equipo tan interdisciplinar que mezcle estas y/u otras figuras especializadas. Más bien, habrá una persona o grupo de trabajo que aglutine las funciones y responsabilidades de comunicación.

Esta figura deberá conjugar con sentido y coherencia todas las tareas relacionadas con la comunicación, desde la parte estratégica (recogida en el Plan de Comunicación) hasta la parte más concreta (Publicación y Curación de Contenidos).

Para nosotros, más importante que la terminología (hay un sinfín de nuevos palabros en este campo: Social Media Strategist, Social Media Planner, Social Media Content Manager, Social Media Digital Content Editor…), es importante implicar al resto de la organización. No se trata de que tod@s hagan de todo, pero el responsable de comunicación (independientemente de como le denominemos) debe implicar a toda la entidad en la elaboración del Plan de Comunicación.