En mi post anterior te comentaba algunas herramientas de teletrabajo para las asociaciones. En este artículo me gustaría centrarme más en aquellas pautas y consejos para las personas que estamos teletrabajando durante este periodo de cuarentena a causa del coronavirus COVID-19. Muchas personas de asociaciones y ONG estamos acostumbradas a la intervención, y puede que nos resulte complicado teletrabajar: falta de costumbre, realización de nuevas tareas, manejo de nuevas aplicaciones online, no disponer de un espacio adecuado en casa, dificultades de coordinación online con otros miembros del equipo…

Incluso, para algunas personas acostumbradas al teletrabajo, puede que la situación se haya complicado por tener que compaginar el trabajo con la convivencia en familia, el cuidado de personas o la corresponsabilidad de tareas educativas y domésticas. Si esto no se resuelve de forma adecuada, estos retos y dificultades para el teletrabajo, pueden derivar en malestar emocional como estrés, ansiedad, frustración o impotencia.

Aún reconociendo las dificultades, las personas que estamos teletrabajando debemos sentirnos afortunadas. Estar ocupad@s, sentirse útiles y mantenernos activos resulta importante para hacer frente al aislamiento. Aquí van algunas buenas prácticas que yo mismo estoy intentando poner en práctica durante mi jornada diaria de teletrabajo:

Superar nuestra resistencia al cambio. Debemos aceptar que mientras dure este periodo de confinamiento nuestra situación ha cambiado. Y no podremos hacer las cosas de la misma forma que lo veníamos haciendo habitualmente. Nos tendremos que adaptar a nuevas metodologías de trabajo, usar nuevas herramientas, desarrollar habilidades para coordinarnos con otras personas de forma telemática…

Planificar las tareas y jornadas de trabajo con antelación. No podemos levantarnos de la cama y ver si hay trabajo o, si convives con alguien, habrá que ponerse de acuerdo con horarios y las tareas de las que somos corresponsables. Por tanto, definir un horario de trabajo ayudará a mantener cierta disciplina y rutina. Así mismo, hacer un calendario de las tareas a realizar puede ayudar también a gestionar nuestros tiempo y cumplir con los horarios estipulados.

Reorganiza tu espacio de trabajo si fuera necesario. Es posible que no dispongas de un espacio propio de trabajo. Sin embargo, es preferible definir un espacio fijo para ayudarte a cumplir con la rutina y separar ese espacio de trabajo del resto de la casa. Este espacio debería ser lo más aislado posible (dentro de las limitaciones que pueda haber en cada casa) y contar con luz natural. Que no te preocupe preocupe reorganizar tu casa como necesitas, es temporal y no creo que tengas muchas visitas.

Evitar tentaciones «tóxicas». Como ya hemos comentado, es recomendable fijar un horario de trabajo que te permita planificar un horario de «entrada» y «salida». De esta forma también podrás planificar el resto del día con otras actividades al margen del trabajo. Pero si quieres ser disciplinado con esto, deberás evitar visitar la nevera a menudo, interrupciones constantes de mensajes de whatsapp de carácter personal, revisar constantemente redes sociales personales, no asearte ni quitarte el pijama… Evitar estas cosas ayuda a separar mentalmente espacios y tiempos personales y de trabajo. Esto no es incompatible con parar de trabajar o tomar descansos si lo necesitas, lo que nos lleva al siguiente punto.

Descansa o interrumpe tu jornada de trabajo si lo necesitas. Si te ocurre como a mí, experimentarás que el teletrabajo es más monótono que el trabajo en la oficina, donde es habitual hablar con compañer@s, recibir llamadas, tener interrupciones diversas, parar a desayunar, alguien te pide una tarea urgente… Pero en tu casa puede que te sientas más solitario y el trabajo llegue a hacerse pesado. Si es el caso, puedes parar para descansar y/o hacer alguna otra actividad diferente durante unos minutos. En mi caso, desconecto unos minutos para hacer algo de ejercicio. En cualquier caso, no te recomiendo que sea un parón muy largo o una actividad que te lleve mucho tiempo, ya que si desconectas del todo te costará más volver al trabajo. Ten en cuenta que si te has estipulado un horario de trabajo y eres disciplinado con él, una vez finalices tu jornada aún debe quedarte día para hacer otras actividades.

Si tu jornada o tareas te lo permite, aprovecha para adelantar trabajo o ser creativ@. Seguramente, algunas personas estén aprovechando el teletrabajo para llevar a cabo tareas importantes pero que durante el día a día laboral son desplazadas por las cosas urgentes. Además, podremos dedicar tiempo a revisar nuestro trabajo, pensar en como mejorar la calidad de algunos proyectos, definir y planificar nuevas propuestas…

Cuida tu postura corporal. Al igual que en la oficina, si no cuidas tu ergonomía a la hora de pasar varias horas trabajando puedes sufrir lesiones o dolencias en músculos o articulaciones. Mantén la espalda recta (pero sin tensión) para no dañar la columna vertebral y evita encorvar la espalda, y alterna esta postura con otras que faciliten el movimiento. Así mismo, también puedes realizar ejercicios de estiramientos o relajación muscular en micropausas. La pantalla del ordenador debe estar a una distancia nuestra entre 40 y 90 cm, y el borde superior de la pantalla debe quedar a la altura de los ojos.

Y, aunque creas que no tiene relación, cuídate física y mentalmente. Para no perder la motivación, debes sentirte bien contigo mismo. Cuida tu higiene e imagen personal (así tampoco de pillaran de improviso y estarás presentable ante posibles videollamadas imprevistas). Haz ejercicio, come sano, descansa y duerme bien, recibe luz solar (yo leo diariamente 20 min al lado de la ventana o el tendedero), no pierdas la relación con familia y amig@s, evita la sobreinformación…