Tenemos el placer de colaborar desde hace varios años en el proceso de dinamización de los Presupuestos Participativos en el municipio de Getafe. Nuestro compañero, Víctor González, nos manda este artículo que resume algunos hitos históricos de este mecanismo de participación ciudadana.

Porto Alegre

Los presupuestos participativos aparecen por primera vez a finales de los años 80 en la ciudad de Porto Alegre, Brasil. Esta región es la capital del Estado de Río Grande do Sul y cuenta con un millón y medio de habitantes. Desde la literatura especializada se incide en que la aparición de esta herramienta participativa surge de la coincidencia de tres situaciones concretas:

  • Llegada al poder de un partido progresista que llevaba en su programa la implantación de los presupuestos participativos.
  • La existencia de una red de organizaciones sociales que ganó fuerza gracias a su lucha contra el gobierno militar existente en los 80.
  • La necesidad de los gobiernos locales de dar respuesta a las necesidades no cubiertas por el gobierno central.          

Si bien es cierto que en los primeros procesos (1988 – 1990) no hubo una gran participación esta fue incrementándose con el tiempo hasta llegar a 1853 personas en 2001.

Es importante señalar que se destina a presupuestos participativos entre un 15% y un 25% del presupuesto de la ciudad. Gracias a estos procesos, durante la década de los 90, se consiguió mejorar el alcantarillado y aumentar el acceso al suministro de agua.

Los habitantes de Porto Alegre y las organizaciones civiles participaron en las constantes evaluaciones del proceso con la intención de mejorar esta nueva herramienta. Han tenido que enfrentarse a bastantes problemas como dificultades legales a la hora de determinadas propuestas, la existencia de un elevado grado de analfabetismo, el miedo a la instrumentación política, la necesidad de desarrollar una cultura cívica, la necesidad de equipos multidisciplinares para asesorar en algunos temas, etc.  Algunos de estos problemas siguen apareciendo en las ciudades que instauran los presupuestos participativos.

Argentina

En 2003 se lleva a cabo el primer presupuesto participativo en la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe). Hay que tener en cuenta que Argentina se veía sumida en una fuerte crisis política, social y económica.

Entre 2003 y 2007 aumentaron los municipios que introdujeron esta herramienta en su actividad cotidiana. Desde el gobierno central se impulsaron los presupuestos participativos creando el Programa Nacional de Presupuesto Participativo (PNPP) y generando encuentros nacionales y regionales con esta temática.

Ha llegado a usarse en algunas Universidades Públicas como en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) donde se implantó en 2013.

Como queda patente, en Argentina, la utilización de los presupuestos participativos sigue extendiéndose y en aquellos municipios en que se instauró se sigue llevando a cabo.

Perú

En los 80 hubo experiencias pioneras. De hecho, en 1984 en Villa del Salvador se empezaron a incorporar consultas ciudadanas en la gestión municipal. A partir del 2003, la celebración del presupuesto participativo es obligatorio para Gobiernos Distritales. En Perú el presupuesto participativo sólo se ejecuta en dos de los tres niveles de gobierno que tiene el estado peruano: el regional y local.

Los presupuestos participativos se adaptan a la realidad que existe en los distintos países y poblaciones. En el caso particular de Perú la participación no es a título individual sino a través de representantes de la sociedad civil. Además, se buscó combinar la consulta popular y la priorización de los proyectos (presupuesto participativo basado en resultados) para que logren resolver los problemas más urgentes de las poblaciones.

España

A partir de las experiencias de América Latina, algunos países de Europa han acogido esta herramienta. En España existen bastantes ciudades que han implantado o están en proceso de implantar los presupuestos participativos como herramienta de participación social. Las primeras experiencias españolas se localizan al norte de la península, en el País Vasco, aunque no fueron presupuestos participativos propiamente dichos. Se plantearon distintas consultas ciudadanas para poder resolver problemas específicos a nivel local:

  • En el caso de Idiazábal se resolvía la ubicación de un campo de futbol.
  • En Astigarraga también necesitaban elegir una ubicación aunque esta vez era para un frontón.

Habría que esperar hasta 2001 para que se plantearan los primeros presupuestos participativos en España. Se celebraron en tres localidades andaluzas: Córdoba, Las Cabezas de San Juan y Puente Genil. Y finalmente se extendería a otras poblaciones como Níjar, Algeciras, Puerto de Santa María, Alameda, etc. En total son 48 los municipios del sur de España que han tenido o han comenzado procesos de presupuestos participativos.

A nivel mediático los procesos más conocidos en España se sitúan en Madrid y Barcelona debido a varios motivos:

  • Ambos procesos fueron llevados a cabo por partidos políticos de reciente formación.
  • Recibieron bastantes “ataques” de la oposición.
  • Representaban una suma de inversión muy elevada. (Hay que tener en cuenta el tamaño de las mismas).

Gracias a los presupuestos participativos del Ayuntamiento de Madrid se empezó a usar en el resto de España la plataforma Consul, una herramienta de software libre que facilita los procesos participativos de entidades o administraciones.

Hay que tener en cuenta que, aunque se use la misma plataforma, las administraciones, pueden personalizarlas a las vicisitudes de su proceso.

En el momento de la escritura de este articulo (2020) Barcelona ha iniciado su primer presupuesto participativo y Madrid los mantiene suspendidos debido al cambio de gobierno.

Hay que tener en cuenta que la participación en estos procesos no suele ser masiva y en España ronda entre el 0,5% y el 1,5% de la población que puede votar. Por eso algunos ayuntamientos no se atreven a ponerlos en práctica. Dejando de lado el planteamiento cuantitativo de la participación, los procesos de participación social (como los presupuestos participativos) dotan a un gobierno de una región de:

  • Aumento de la transparencia.
  • Creación de uno o más canales de comunicación bidireccional con la población.
  • Información contrastada y priorizada de las necesidades de la población.
  • Aumento del asociacionismo.
  • Implicación de la población en decisiones importantes.
  • Acercamiento a una democracia más participativa

A día de hoy hay más de 150 poblaciones en España que hicieron o están en proceso de hacer presupuestos participativos. Teniendo en cuenta todo lo que proporcionan a la población y a los gobiernos no sería mala idea que se siguiera extendiendo aprovechando y corrigiendo las experiencias anteriores.